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domingo, 25 de mayo de 2008
-sisiéme
me tomas, me prendes la cintura, me acercas en demasía a ti y me dejo, me dejo llevar por tu perfume... me besas, te acercas demasiado a mis labios, sientes que no puedes evitar el aire que nos separa, sientes como quieres y no debes... y un beso en cada comisura de mis labios, en mis mejillas, se muere... -estás muy sexual, hoy...- no se te ocurre otra palabra tras sentirme tan cerca, tomarme, besarme entre gestos que se quedan a medias pero que intuyen lo que desde dentro traspasa mi piel y la tuya... te imprimes de mí, apretando mis manos, cogiéndome del brazo, expresando falsos te quieros y sintiendo cómo te rendirías a mis pies... pero hay demasiada gente, aún así te olvidas de "tu ella", del mundo y por minutos te pegas al imán que te lleva hasta mí... me dejo penetrar por tus ganas... por tus palabras, tus caricias y tus besos cargados de deseo pero impotentes, inofensivos... castrados por el público por nuestra verdad por separado... me intuyes y yo te sé... pero... para mí sólo eres un juego, un trofeo más en la vitrina...
-6º
hablamos, tú siempre impecable, te comenté la lectura que estoy haciendo y exclamas:-también yo soy sumiso...- me río sabiendo la pequeña adoración que sientes por mí...contesto:- todos los enamorados son sumisos al principio, el problema es el tiempo, este es quien desvela lo que hay de profundo en las personas... - aunque ahora ya sé por qué volviste,... lo primero que hice cuando te conocí fue reñirte y desde entonces has vuelto fielmente a mí... me gustan los sumisos que sienten y obran como tales más allá del sexo, más allá de un momento, lo son porque lo sienten, porque se invaden de momentos, de gestos, de palabras y al sexo se lo toman como un complemento de esa sumisión y saben que son capaces de todo, son fieles y obedientes... CONSTANTES, son maravillosas criaturas llenas de fuerza que aman sobremanera, que sienten su instinto transformarse en el instrumento de placer de una mujer en la que se vuelcan... para ofrecerle placer y para llorar con ella, para hacerla feliz, para creer en ella, para ser toda su voluntad y sentirse vivos asumiendo su subordinación, su incuestionable devoción...
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